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ESVALOR gestiona financiación más competitiva fuera del circuito bancario

19-11-2016

Actualmente ya existen operadores cuyas formas, instrumentos y soluciones de financiación no bancaria compiten de tú a tú con la banca

La financiación empresarial procedente de fuentes no bancarias se ha ido implantando en España asumiendo un mensaje prudente, contemporizador, del “no venimos a sustituir la banca, sino a complementarla”. Y así ha sido y seguirá siendo en muchos casos.

Hasta hace pocos años, la única fuente de financiación disponible para las empresas era la bancaria. Quien quería salirse de la banca sólo tenía la oferta del capital privado hipotecario en el que aportando una garantía inmobiliaria se puede acceder a una financiación pero a un coste mucho más elevado. Se trata de una financiación dirigida a las empresas que quedan expulsadas del circuito bancario y por tanto se trata de un tipo de financiación que no compite con la banca. No es el objeto del artículo tratar este tipo de financiación.

Sí es el objeto del artículo explicar que actualmente ya existen operadores cuyas formas, instrumentos y soluciones de financiación no bancaria compiten de tú a tú con la banca.

Y éste es el cambio de paradigma: el efecto real de sustitución que en las fuentes de financiación empresarial está ejerciendo el direct lending en detrimento de la banca, que asume una tendencia de pérdida de cuota de mercado en su segmento de  banca de empresas, hasta ahora inexpugnado.

Si nos fijamos en las cifras, éstas indican que el crédito bancario a las empresas está estancado o incluso retrocediendo (el nuevo crédito no cubre los vencimientos del crédito vivo); mientras que la financiación no bancaria, si bien parte de niveles muy bajos, está creciendo de forma sostenida y continuada.

Y si nos fijamos en nuestro día a día como profesionales que nos dedicamos a la gestión de financiación empresarial, observamos como muchas empresas con acceso normal al crédito bancario, están dando entrada en su pool a nuevos operadores no bancarios.

¿Por qué el mercado ya está ofreciendo soluciones de financiación tan o más competitivas que la banca?

Varios factores y razones lo motivan. Algunos tienen origen en la propia banca:

-Capacidad crediticia: la banca es la principal acumuladora y depositaria de liquidez del mercado, pero su capacidad crediticia está fuertemente condicionada por los elevados índices de morosidad, así como a los mayores requerimientos de solvencia y políticas de provisiones que lo desincentivan.

-Coste: la banca tiene la capacidad de financiarse a precios muy bajos y por tanto sobre el papel puede ser extremadamente competitiva. No obstante, sus estructuras le obligan a compensar el crédito “barato” con la necesidad de acompañarlo con cláusulas de consumos mínimos, comisiones por cancelación, renovación, recibos, coberturas, así como la contratación de otros servicios y vinculaciones que hacen que el banco obtenga una rentabilidad anual mínima por cliente cercana al 7% y 8%, si no más.

- Servicio: la banca tiene una red y una capacidad comercial muy extensa, sin embargo el servicio y los procesos de tramitación, documentación, estudio, respuesta, formalización, etc siguen sin estar adaptados a las necesidades y dinámica que exige el mercado.

-Valor añadido: la banca sigue instalada en un esquema de estudio y valoración del riesgo basado en scorings que fundamentalmente valoran los balances y cuentas de resultados históricos, lo cual es necesario pero no le permite visualizar la situación del presente y futuro inmediato que es donde la solución a ofrecer puede incorporar mayor valor añadido.

Existen más factores, entre los que señalamos:

-La tecnología está permitiendo el desarrollo de modelos de negocio que ofrecen servicios financieros con estructuras mucho más pequeñas, lo que facilita soluciones mucho más flexibles y eficientes.

-La situación de los mercados de capitales donde existe volatilidad y es complicado encontrar productos atractivos en términos de rentabilidad y riesgo, está empujando capital hacia formas de inversión alternativa, que se fijan en la deuda de empresas solventes no cotizadas que ofrecen seguridad, baja o nula volatilidad, descorrelación con los vaivenes de los mercados financieros, rentabilidad y razonable liquidez.

Cómo se concreta esta nueva oferta de financiación no bancaria y más competitiva.

La oferta se concreta en:

-Soluciones cuyo proceso de contratación (tramitación, documentación, estudio,  respuesta y formalización) suele ser más ágil y menos farragoso.

-La relación que se establece es de prestamista-prestatario, sin la necesidad de abrir cuentas, contratar otros productos, exigir vinculaciones previas y posteriores, etc.

-En determinados casos permite estructuras de financiación más flexibles en términos de importes, plazos y formas de rembolso del capital.

-Las condiciones de financiación son claras y transparentes en términos de costes, que en algunos casos pueden ser superiores a los bancarios pero las ventajas que aporta en otros aspectos como la agilidad, flexibilidad, adaptabilidad, volumen, etc, la hacen más atractiva.

Ejemplos concretos:

-Financiación de las ventas: existen entidades especializadas en el factoring sin recurso que ofrecen condiciones en términos de precios y volúmenes muy competitivas y con unos estándares de calidad en el servicio muy elevados.

-Financiación de inversiones: el renting industrial y tecnológico permite la entrada de operadores no necesariamente bancarios que ponen en valor el activo financiado, con precios y plazos competitivos, y soluciones que la banca no siempre está en condiciones de poder ofrecer.

-Financiación del desarrollo de negocio: fondos que permiten la financiación de planes de crecimiento (y parcialmente también refinanciación de deuda) con plazos de rembolso del capital de hasta 7 años y periodos de carencia del capital e intereses muy flexibles que pueden alcanzar los 2, 3 y hasta 5 años, sin necesidad de vincular garantías, y con un coste que puede situarse entorno el 5%-6.50% anual.

En todos los casos descritos, no se requiere una vinculación previa, ni la apertura de cuentas ni la contratación de otros productos, lo cual incrementa su atractivo.

Se trata pues de un cambio de paradigma que marca un antes y un después en la financiación empresarial y que en cualquier caso las nuevas fuentes de financiación deberán ir afianzándose y ganándose la confianza del mercado.

Autor: Fran Padilla

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